Cuando instalamos una pradera de césped en una vivienda con jardin, debemos tener en cuenta factores como el tipo de uso que vamos a realizar para elegir la mejor opción.

Antes de analizar punto por punto las dos opciones con sus pros y contras, es decir, si instalamos césped artificial o césped natural, debemos plantearnos realmente el uso actual y futuro que queremos darle a ese espacio del exterior de la vivienda.

En la enterada del blog del mes pasado, nos hacíamos seguramente la pregunta que todo propietarios de una chalet con jardin se hace cuando quiere acometer el diseño y ejecución de su parcela. ¿Qué instalo en mi jardín, Césped Natural o Artificial?

Desde GARDENIA JARDINERIA Y PAISAJISMO, como jardineros de vocación y paisajistas, somos fieles defensores del césped natural aún con todos los contras que tiene, que no son pocos.

El jardín de una vivienda es un elemento vivo, y a nivel ornamental, aunque si que es verdad que el césped artificial no es lo que era hace 10 o 15 años, no es comparable una pradera de césped natural en perfecto estado, por muy bueno que sea ese césped artificial.

Aún así entendemos perfectamente la elección por parte de nuestros clientes del césped artificial como solución para su jardín y, es más, la evolución y tendencia en los últimos años es a realizar muchas más instalaciones de césped artificial que de césped natural.

Pero vayamos a analizar los diferentes usos que puede darse a la pradera para terminar de definir que puede ser mejor instalar en cada caso.

Los usos del jardín en una vivienda

En un primer plano vamos a poner por delante de todos los factores que afectan a un jardin el concepto de la practicidad.

Ante la pregunta  ¿Qué uso le voy a dar al jardín?, evidentemente todos los jardines están para disfrutarlos y nadie usa un jardín para sentarse a mirarlo desde una ventana exclusivamente.

Instalación de césped artificial

Sin embargo, el nivel de uso o el tamaño del jardín es importante a la hora de decidirse por diseñarlo con césped natural o artificial.

  • No es lo mismo ser una familia con hijos ya mayores que pisan el césped cuando se bañan en la piscina o toman el sol, que ser una familia con tres niños pequeños y dos perros que juegan al futbol en el césped todos los días.
  • Tampoco es lo mismo tener una superficie de césped de 20 metros cuadrados, donde el nivel de uso va a ser muy concentrado en esa superficie sea por quien sea, que tener una superficie de césped de 200 metros cuadrados, donde la intensidad de uso va a estar más repartida.

Si el uso del jardín va a ser muy intensivo, por ejemplo familias con niños pequeños, grandes reuniones o eventos habituales sobre el césped, perros de gran tamaño y muy activos tendremos la siguiente consecuencia.

El césped natural sufre mucho, ya que es un elemento vivo, que después de una situación traumática como es un exceso de pisoteo, le cuesta volver a recuperarse o incluso directamente se muere, y es ahí donde pierde su principal valor, que es el aspecto ornamental.

A nadie le gusta ver una pradera de césped con césped ralo y despoblado y zonas en las que se ve la tierra, que junto con el regado de la tierra desnuda, se produzca barro que mancha la ropa de los niños y las zonas soladas de la vivienda.

El césped artificial también está sujeto al nivel de uso que se le vaya a dar, con el pisoteo intensivo también se aplasta y pierde el valor estético del primer día.

Hay modelos que aguantan más dependiendo del grosor de sus fibras y del efecto rebote que tengan, pero por ejemplo un césped artificial en una zona de paso como un pasillo o debajo de una mesa de comedor se acaba aplastando y deteriorando mucho, observándose diferencias con zonas que tienen menos uso o menos tránsito con el paso del tiempo.

Las comunidades de vecinos con césped natural en la temporada de piscina

Praderas de céspedEn este caso de viviendas adosadas con espacios comunes o urbanizaciones con piscina, en primavera, lo más normal es que las praderas de césped estén perfectas, ya que el uso, aunque más intenso que un jardín particular,  no llega a los niveles de verano.

Sin embargo, cuando llega la temporada de piscina y dependiendo de cada comunidad, pueden llegar a reunirse sobre la pradera de césped 50, 100 o 200 personas a diario, es prácticamente imposible, tener una pradera de césped perfecta al 100% en ningún sitio.

Ese nivel de uso no lo soporta ni un campo de futbol como el Santiago Bernabéu con todos los avances tecnológicos y un mantenimiento extremo.

¿Por qué se sigue instalando césped natural si en cuanto a su uso es más delicado y eso conlleva que se pierda su valor estético en parte?

La razón es bastante sencilla, además del aspecto ornamental que tratamos en el articulo anterior, el mayor contra que tiene a nuestro parecer el césped artificial, es que ¡Quema!!!

A que el césped quema, nos referimos a que cuando la temperatura es alta en verano y sobre todo si le da el sol, el plástico como es normal se calienta, como cualquier plástico, y coge altas temperaturas.

¿Pero cuánto quema?, A nosotros nos gusta siempre poner el ejemplo de la sensación si vas descalzo en la arena seca de la playa en pleno mes de agosto.

Eso lo que conlleva además del propio calor al tacto del propio césped, es que el ambiente general del espacio sea muchísimo más caluroso que con praderas naturales, ya que éste irradia calor al entorno.

Hay modelos que queman menos y sí que es verdad, pero también queman. Igual 4 o 5 grados menos que uno convencional siendo estos aún más caros, con lo que, a decir verdad, en nuestra opinión da igual que el césped artificial se ponga a 60º que a 55º,  porque va a seguir quemando igual.

En la instalación de césped la balanza se decanta a ¿Natural o Artificial?

En resumen, en este aspecto creemos que la balanza está más igualada. Por un lado, es evidente que el césped natural es mucho más delicado, y que es difícil tener un césped estético al 100 % teniendo un uso intensivo del mismo.

Pero sin embargo el frescor tanto a la pisada como en el ambiente, que aporta el césped natural respecto al artificial, hace que merezca la pena un césped natural en la gran mayoría de los casos hablando únicamente del uso del jardín, y no entrando en temas de mantenimiento o ejecución de la obra.

Sin embargo, un claro ejemplo de jardín en el que nosotros recomendaríamos colocar césped artificial sería:

Jardin de pequeñas dimensiones (10-50 metros cuadrados de césped), sombrío (el césped natural y la sombra no son buenos amigos y así se evita en gran parte el sobrecalentamiento del césped artificial en verano) y con uso intensivo alto (familias con niños pequeños, perros, mucho mobiliario de Jardin sobre el césped, eventos habituales, etc.)