Un césped natural necesita un mantenimiento infinitamente superior a un césped artificial
Muchos usuarios comienzan ilusionados con el césped natural y a medida que pasa el tiempo se dan cuenta que es una tarea que necesita de tiempo, dedicación y conocimientos técnicos, que muchas veces no se tienen por falta de tiempo en el día a día de cada persona.
Por eso no cabe ninguna discusión, una pradera de césped natural necesita un mantenimiento mayor que una artificial.
Esto es uno de los argumentos que más a menudo nos encontramos en las transformaciones que hemos realizado durante los últimos años en Madrid, de jardines con césped natural, que quieren cambiar a césped artificial.
¿Qué factores influyen en el mantenimiento del césped?
El césped natural, al tener un mayor mantenimiento, conlleva irremediablemente un mayor gasto en tiempo y aportes para cuidarlo.
Tener la pradera en buen estado necesita dinero de forma recurrente en consumo de agua, fitosanitarios, abonos, semillas para resiembras, operaciones puntuales como aireados y escarificados, etc.
En cuanto al tiempo que se emplea en el cuidado del césped, debemos diferenciar si lo va a realizar uno mismo o bien se buscará a una empresa o profesional especializado para que pueda llevarlo a cabo.
- Si se es una persona que le gusta mucho la jardinería y está dispuesta a dedicar un rato todas las semanas, el esfuerzo sobre todo será desde la primavera hasta el otoño, realizando tareas como el segarlo, perfilar los bordes, regular o programar los riegos y las demás operaciones que requiere un buen mantenimiento del césped.
- Si se profesionaliza el servicio contratando una empresa de jardinería, habría que tener en cuenta el coste recurrente que representa esa externalización del cuidado del jardín.
Los robots cortacésped son una ayuda, no un solución
En los últimos años han aparecido robots cortacésped a precios asequibles y de funcionamiento similar a los robots aspiradores de las casas que eliminan la operación del segado periódico del césped.
Esto puede llevar a confundir a ciertos usuarios pensando que con esto está resuelto el mantenimiento del césped natural, pero, aunque si que es verdad que quitan cierta carga de trabajo, es una mínima parte del total de las labores de mantenimiento que supone un césped natural.
Por ejemplo, estos robots no perfilan los bordes del césped, con lo que muchas veces dentro de un jardín observamos el césped perfectamente segado y los laterales donde no llegan las cuchillas del robot con alturas de 20 cm de césped, lo que supone un mal aspecto estético o interferencia con los riegos.
La diferencia de gasto que supone mantener un césped natural y uno artificial
Otro de los contras que tiene el césped natural respecto al artificial es el gasto recurrente que supone.
En cuanto a consumo de agua, por ejemplo, en Madrid capital, una pradera de césped puede llegar a necesitar aproximadamente 6 litros/m2/día en el periodo de máximas necesidades hídricas, lo que supone un aumento considerable en la factura del agua en verano respecto a un jardín sin césped natural.
La tendencia en los últimos años para disminuir ese gasto de agua pasa por emplear especies de césped más resistentes como puede ser Festuca arundinacea o invertir en optimizar los sistemas de riego con diseños mas eficientes, e incluso sistemas de riego de praderas por goteo enterrado.
Otros gastos derivados del mantenimiento aparte del agua serían los abonos y nutrición del césped, tratamientos fitosanitarios contra hongos y enfermedades o herbicidas selectivos contra vegetación espontánea que aparecen irremediablemente.
Sin olvidarnos de las semillas para repoblaciones y resiembras, piezas de riego para sustituciones de averías y otras operaciones puntuales como escarificados 0 aireados.
El césped artificial, aunque no tiene nada que ver en cuanto al mantenimiento con un césped natural también necesita periódicamente cepillados.
Estos pueden ser de forma manual o con cepillos mecánicos, para además de recoger la suciedad superficial, levantar las fibras y que no pierda su valor estético inicial.
A nivel de trabajo y dedicación, se ve la clara diferencia, estos trabajos no suponen ni un 5% del tiempo del que se puede emplear respecto a una pradera de césped natural.
Hacer bien los cálculos antes de tomar la decisión de instalar césped natural
Nuestro consejo como defensores del césped natural respecto al artificial, es que antes de optar por poner un césped natural, se sea muy consciente de que va a suponer un mayor coste en tiempo y dinero que un césped artificial.
Además es un ente vivo, con lo que es muy difícil que siempre esté perfecto a lo largo del tiempo, pudiendo aparecer problemas y eventualidades que haga que no esté como un campo de golf o un estadio de futbol siempre, seguramente por el mal cuidado, desatención o Tipo de uso que se le da a la pradera de césped
Todo esto no debe desanimarnos, porque llevar el mantenimiento de un césped natural es una operación muy compleja que necesita de tiempo, dedicación y muchos conocimientos técnicos.
Si dicho mantenimiento se puede externalizar y contratarlo con una empresa especializada como Gardenia, con posibilidad de asumir los gastos recurrentes del césped a lo largo del tiempo, sin duda el césped natural es mejor opción
Pero si no se le va a poder dedicar tiempo a nivel personal o bien si no se tienen recursos como para asumir el coste de contratar un servicio profesional de mantenimiento, plantar un césped natural en un jardín está irrevocablemente condenado al fracaso, así que la solución del artificial, aquí cogería toda su fuerza.
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